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jueves, 31 de marzo de 2011

Historia de la Pareja - Matrimonios


La mujer va a aparecer definida con relación a los hombres: hermana de, hija de, esposa de, nieta de... En este período de la modernidad, ella no se encuentra al margen de la cuestión económica. Ahora, la figura femenina debe procurarse su propia dote. Es cierto que las características de ésta serán diferentes según la clase social a la que pertenezca la mujer.

Para las clases altas y medias, el contrato matrimonial es el negocio más importante que una familia hace; sin embargo, este modelo no se aplica a toda la sociedad. La mujer de clase baja tiene que trabajar para mantenerse, pero no se admite la independencia femenina. Lo que significa que el trabajo tiene su razón de ser en el aporte que ella realiza al contrato matrimonial. Lamujer sin dote puede acceder a un casamiento con alguien situado en el nivel más bajo de la escala social.

En este período, la mujer trabaja en las granjas agrícolas; en la industria doméstica (colabora con sus padres o maridos en el despacho o venta de lo producido en el hogar); en la industria de la seda o pertenece a la servidumbre (con todas las gradaciones: damas de salón' como cúspide de su carrera).

Ahora bien, para conseguir trabajo es importante la educación, bien que escasea en la época. Existen escuelas de caridad (S. XVII) y pequeñas escuelas. Se procura que la mujer tenga buena presencia: "... el ideal era vestido limpio, aunque zurcido, cuello almidonado, aunque viejo, calcetines sin agujeros y zapatos lustrados".

¿Quién con quién?
Las hijas de abogados y de hombres del clero se casan con aquellos de la misma profesión paternal; las sirvientas reales con jornaleros, tratando de establecer una granja; las sirvientes ciudadanas con sirvientes ciudadanos, con el proyecto de crear un pequeño negocio independiente (bar, cafetería). La hilandera se casa con el cardador o el tejedor, de ahí que no se interrumpe el ciclo del trabajo. La mano de obra no calificada (floristas, vendedoras ambulantes) que no tiene dote, o que la ha gastado por alguna enfermedad, se casa con hombres de su misma condición.

Entre 1550 y 1800, las mujeres que mueren solteras son entre el 5 y el 25 por ciento. La edad del casa- miento se eleva. Cuanto mayor es la crisis económica, más notoria es la demora para casarse. En general, la mujer no se casa con alguien situado por debajo de su estatus social.

martes, 29 de marzo de 2011

Historia de la Pareja - Intimidad


En busca de la intimidad
"El amoblamiento interior de las casas apareció con el amoblamiento interior de las mentes" G. Lukacs.

La idea de confort no es precisamente medieval sino una concepción moderna. El hombre-individuo comienza a reclamar sus propios espacios. El confort es mucho más que la búsqueda de bienestar físico; es el contexto para una vida interior que se va vislumbrando.

Las casas comienzan a ser más grandes y mejor construidas, aunque persiste la falta de comodidad física. La piedra sustituye a la madera; el vidrio se abarata y se empieza a usar en las ventanas en lugar de papel engrasado. La chimenea (original del siglo XI) se hace popular y casi todos los espacios tienen una.

El alumbrado sigue siendo deficiente hasta que, en el siglo XIX, aparece la iluminación a gas. Las habitaciones están llenas de cosas pero no amuebladas. Con respecto a la costumbre de bañarse, se produce una regresión. En el medioevo había baños públicos que habían degenerado en bur-deles y por eso se los había proscripto. Por otra parte, el agua es un problema ya que. con el crecimiento de las grandes ciudades, se contaminan los pozos medievales: la gente recurre entonces a las fuentes públicas. Es muy difícil llevar agua a las casas y la vieja costumbre de bañarse se va perdiendo.

Un lugar privado
En la casa burguesa, la comida no se hace en el hogar central sino que ya existe una habitación preparada para estos fines. La sociedad es de por sí maloliente, por eso aislan la cocina, aunque alguna gente sigue durmiendo en la sala o en camas rebatibles, empieza a aparecer la "chambre" (el futuro dormitorio'. Hay, además, otros cuartos co-:on éste: el guardarropas y la despensa, por ejemplo, y a menudo se duerme en ellos.

En general, en estas casas vive más de una familia. Los pisos altos se alquilan , pero no cuentan con "salle ni con cocina". Por lo que se prepara la comida en el dormitorio y la vida de la familia se desarrolla en una sola habitación. Se separan amos y criados, lo cual demuestra un deseo de mayor intimidad. Mucha gente ya no vive y trabaja en un mismo edificio: la casa pasa a ser una residencia y se convierte para algunos en lugar privado. El proceso es lento; sin embargo, la intimidad conseguida es un logro.

domingo, 27 de marzo de 2011

Historia de la Pareja - El Casamiento


El casamiento: algunos cambios, los mismos intereses

Para la mujer, el matrimonio es su destino. Para el hombre, en cambio, llega a ser un proceso que le facilita su accionar. El marido da protección, sostén y paga impuestos. La mujer es compañera y madre, además de al-fabetizadora de sus hijos. El casamiento tiene la finalidad de la reproducción en un marco protegido. Sin embargo, éste es un tramo de grandes dificultades para las mujeres: cargan con mucha responsabilidad pero no gozan de independencia. De ellas dependen la fecundidad y la armonía familiar.

Los jurisconsultos establecen edades legales para casarse y los médicos preservan a las niñas de uniones prematuras o demasiado tardías. Se eleva el conocimiento de la práctica obstétrica y se conocen así los peligros de un embarazo para una adolescente apenas formada. A fines del Renacimiento, la sexualidad aparece como legítima y necesaria. Si se casa a la mujer sin su consentimiento, se es culpable a los ojos de la naturaleza.

La unión armoniosa de los sexos depende de un acuerdo físico y espiritual: ahora la jovencita no es soporte pasivo del varón y su volunt; Se le concede el derecho de participar en construcción de su destino. Obviamente, t to choca con una sociedad en la que las niñ son objeto de transacción, moneda de car bio de un poder económico y de un prestig social. De todas formas, se intenta luch, contra alianzas que sólo le dan prioridad a ambición social, sin tener en cuenta el entei dimiento afectivo y físico de los cónyuge: aunque todavía no se puede situar el ame como base de la pareja.

En esta etapa de la historia, un matrimo nio es un contrato que supone un intercam bio de bienes que caen bajo la óptica de marido. Los asuntos monetarios se antepo nen -si bien no como antes- a los deseos necesidades y naturaleza de las mujeres. Er el período anterior a la Reforma y al Concilio de Trento, el acto matrimonial no es un consentimiento y juramento de amor y fidelidad, sino un contrato seguido luego de un acto sexual. En un testamento de 1599, un padre le legó a su hija algunas ovejas y un marido. "A mi hija Majorie, le dejo LX ovejas y un marido y la concedo en matrimonio a Edward, hijo de Reynold Shajtoe." Contraer matrimonio por amor, sin tierras o bienes, es asegurarse una vida de sufrimiento.

Casi todos los maridos son mayores que sus esposas, lo que les permite combinar el papel de padre y esposo. Las ideas de los predicadores como las de los humanistas ubican a la mujer en el hogar, el silencio y la sencillez. Existen varios manuales de confesión y guías matrimoniales en los que se limitan las actividades sexuales. El acto sexual no debe practicarse frecuentemente; debe hacerse frente a frente, sin usar las manos o la boca, sin obscenidad ni desnudez visible, y sin insultos.
Sin embargo, casi todos los códigos morales le dan al marido el derecho de golpear a la mujer en "actitud de corrección". El adulterio es la manera más fácil (para los hombres) de disolver matrimonios; si bien entre las clases pobres, la causa más común de disolución es el abandono.

jueves, 24 de marzo de 2011

Historia de la Pareja


La pareja cerrada y atomizada del período feudal va dando paso a otra, en la que -con ciertas contradicciones- se le concede a la joven el derecho de participar en la construcción de su destino. En este período, el cuerpo de la mujer ya no es algo tan misterioso y oscuro; ella comienza a ser definida en función del órgano que le da sentido: el útero.

Para muchos historiadores, la modernidad se inicia en el Renacimiento (siglos XV y XVI), época en que ideologías de libertad, individualidad creadora, incursiones cabalísticas y alquímicas preanuncian y promueven nuevas representaciones. El hombre camina hacia la autonomía de conciencia y ejerce el libre albedrío alentado por la experimentación científica. Este periodo se caracteriza por el despliegue de un conocimiento humanista de la naturaleza en búsqueda de verdades terrenales. Sin contar que todo el marco cultural aparece trastrocado por los nuevos aires que traen los estudios copernicanos.

El hombre moderno ancla sus ideales sobre la base de que el mundo es perfectible y dominable. El rasgo más marcado de este proceso es la necesidad de "renovación": los hombres aspiran a ser individuos. Se encuentran sumidos en una forma de experiencia vital que les propone aventuras, transformaciones, crecimientos y, al mismo tiempo, amenaza con destruirlos.

Esta es la modernidad que no tiene fronteras ni ideologías, y une y desune a la humanidad en un proceso de cinco siglos que, según algunos historiadores, continuaría hasta el día de hoy.

¿Cómo es la vida moderna que enmarca a la pareja? Se alimenta de varias fuentes: descubrimientos importantes de las ciencias; industrialización en la producción; aparición de nuevas formas de poder jurídico y de la lucha de clases; transformaciones demográficas; sistemas masivos de comunicación; estructuración de los estados en forma cada vez más poderosa y aparición del mercado capitalista.

La vida moderna cotidiana es un verdadero torbellino. Los hombres se convierten en héroes diarios de un mundo que ofrece multitud de nuevas experiencias, imposibles de clasificar. En este capítulo nos extendemos un poco más allá de los límites cronológicos del Renacimiento, para referirnos al período que transcurre entre los siglos XV y XVIII, aproximadamente.

Momento en el que, en forma gradual, se define una nueva forma de preservar, vivir y concebir la vida privada, que afecta la construcción del mundo de la pareja. Los cambios son paulatinos. De la pareja cerrada y atomizada del período feudal, se comienza a edificar un modelo relacionado con el mundo exterior, que se basa en la "fundación de la familia."