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sábado, 4 de junio de 2011

Las Arvejas amigas de nuestras comidas


El nombre latino del guisante, tal como se lo denomina en la Madre Patria, es "pisum", de donde deriva el francés "pois" y "petit pois" (los más pequeños) muy "coquetamente" utilizados en la cocina desde el siglo XVIII; ahora los obtenemos, preferentemente envasados, fuera de estación.

También del latín "pisum" viene la denominación italiana "piselli" y en España, del catalán "pésol". Se dice que la denominación guisante vendría de los árabes, que le decían "bisant", pasando luego la "b" a "g", y también influida por lo de "guisar" (para los españoles generalidad de "cocinar"), terminó en "guisante".

No obstante, "guisante" no aparece hasta el siglo XVI en castellano; se la llamaba hasta entonces "arveja", que también venía del latín "ervilla", nombre de una legumbre parecida.

Así es que los gallegos la llaman "ervella", y "erveja" o "arveja" en toda Hispanoamérica, la última, nosotros. Según la botánica de Hill, la arveja común (Pisum sativum) es originaria del sur de Europa y su cultivo data de mas de 2.000 años. Era familiar en la alimentación de griegos y romanos aunque no se cultivaron en Europa en gran escala hasta mediados del siglo XVII, según estiman numerosos historiadores.

A América la arveja (o guisante) llegó con los primeros colonizadores. Como todas las legumbres sigue, en importancia para la alimentación, a los cereales; contiene más proteínas que ningún otro producto vegetal y como todos ellos su valor alimentario se acerca más al de la carne. Al igual que otros congéneres, la arveja se caracteriza porque su fruto está contenido en una cápsula (o vaina) que se abre por dos suturas laterales cuando el fruto está maduro (así llegan al ama de casa en esta época, justamente, verdulería mediante); realmente es el mejor momento para utilizarlas en su óptimo sabor y así es cuando se preparan para envasarlas comercialmente y, en algunos casos, domésticamente, pero para ello se debe saber bien su preparación y esterilización.

Cuando las vainas de las arvejas son tiernas es posible, luego de hervidas, cocinarlas, en estos casos tienen una doble utilización en cocina. Hoy se consume universalmente, fresca, envasada "al natural" y seca, pero, sin duda, la que conserva mejor su sabor y aroma es la fresca, la que se desgrana en casa, cuidando, al hervirlas, "no usar nunca bicarbonato" y agregando sal cuando se notan apenas tiernas, al hervirlas o al guisarlas.

Su uso en cocina es ilimitado; desde utilizarlas ya cocidas con huevos batidos para una tortilla, también combinada en ésta con cebolla salteada o con jamón o con ambos, hierbas aromáticas, etcétera, o bien salteadas en manteca; cocidas para una omelette; para integrar el relleno de una cima o galantina o matambre; hervidas y salteadas como guarnición, solas o combinadas con papas y zanahorias; con huevos revueltos; integrante infalible en la popular "ensalada rusa" y en muchas otras ensaladas, salpicones, pâtés, terrinas, pasteles de fuente, empanadas, etcétera.

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